Y a ser posible, que el cuadro de la lavadora no lo pueda tocar cualquiera que pase por allí. Más que nada porque cuando actúa la protección, el personal en lugar de averiguar el por qué de dicha anomalía, o en su defecto dar parte para proceder a la reparación, tiene la fea costumbre de girar la ruedecita del térmico y el que venga detrás, que arree.
La normativa actual prohíbe el acceso a los cuadros eléctricos a toda persona que no tenga conocimientos reglados
en la materia y, además, los de mantenimiento tiene que tener autorización escrita de la empresa para acceder a
ellos. Así mismo los
cuadros tienen que estar permanentemente cerrados y bloqueados con una llave. Sólo
puede acceder el personal de planta a rearmar aparellaje que esté completamente aislado (caso de los automáticos
de los cuadros de alumbrado, p.e.) lo que significa que las llaves de estos cuadros tienen que ser diferentes a las
de los cuadros de automatismos...
Ya sé que esto no se cumple en la mayoría de las empresas, pero es lo que hay...
Un saludo